En ocasiones, al desinstalar un programa en Windows, pueden quedar algunos restos del mismo en el sistema. Estos fragmentos o archivos por lo regular se quedan en el Registro y en las carpetas de instalación. Esto puede provocar algunos problemas potenciales con el sistema, y propiciar la acumulación de archivos basura. Por estas razones, siempre es bueno eliminar los residuos de programas desinstalados.