Si usas Windows desde hace tiempo, en algún momento habrás tenido inconvenientes con inicios lentos en tu sistema. El inicio de Windows 10 puede estar lento por diferentes razones, pero puedes hacer algunas cosas para acelerar el arranque del sistema.
Un arranque muy lento del sistema puede manifestarte principalmente si tienes una PC antigua. Si quieres que tu computadora arranque rápido, siempre se pueden hacer algunos ajustes para optimizar el inicio de Windows 10.
1: Quitar programas del inicio de Windows 10 para acelerar el arranque
Los programas que se inician con el sistema suelen ser la principal razón de la lentitud del arranque del computador. Para solucionarlo, Windows permite gestionar los programas de inicio y deshabilitar los innecesarios:
1. Entra al Administrador de tareas y ve a la pestaña Inicio.
2. Aquí podrás ver todos los programas habilitados para arrancar con Windows y su respectiva valoración de Impacto de inicio.
3. Selecciona los programas que no necesitas que se pongan en marcha automáticamente y haz clic en el botón Deshabilitar.
Decidir cuáles programas deshabilitar puede ser un poco difícil, pero te permitiría acelerar el arranque de Windows 10. Especialmente si desactivas los programas con impacto alto o medio.
2: Elimina el malware para un arranque rápido de Windows 10
Si el sistema está infectado con algún software malicioso, su rendimiento se podría ver muy afectado, sin contar la amenaza de seguridad.
Mientras se ejecuta en segundo plano, el malware puede acaparar una buena cuota de los recursos del sistema. Por esta razón, debes desinfectar tu computadora para que el arranque de Windows 10 sea más rápido.
Un buen programa antivirus te permite ejecutar un escaneo completo, detectando cualquier malware infiltrado y eliminándolo de tu sistema.
3: Ajustar los efectos visuales de Windows 10 para acelerar el inicio
Los efectos visuales pueden tener un impacto importante en el rendimiento general del sistema. Si quieres acelerar el arranque de tu computadora, ajustar los efectos visuales de Windows 10 ayuda bastante.
1. Haz clic derecho en el botón Inicio y elige la opción Sistema en el menú que aparece.
2. En la ventana Sistema haz clic en Configuración avanzada del sistema a la izquierda.
3. Ahora, en la ventana Propiedades del sistema, ve a la pestaña Opciones avanzadas y en la sección Rendimiento, haz clic en el botón Configuración.
4. Se abrirá la ventana Opciones de rendimiento, dentro de la ficha Efectos visuales marca la opción Ajustar para obtener el mejor rendimiento, y haz clic en Aplicar.
4: Activar el Inicio rápido de Windows 10
Puedes acelerar el arranque de tu PC fácilmente al activar la opción Inicio rápido de Windows 10:
1. Ve al Panel de control. Puedes escribir panel de control en la búsqueda del menú Inicio y elegirlo en los resultados.
2. Ahora selecciona Opciones de energía y luego clic en Elegir la acción de los botones de inicio/apagado en la barra lateral.
3. A continuación, marca la opción Activar inicio rápido (recomendado). Si está opaca, debes hacer clic primero en el enlace Cambiar la configuración actualmente no disponible.
5. Desfragmentar el disco duro
Al desfragmentar el disco es probable que se logre una mejoría en el rendimiento general del sistema:
1. Para hacerlo debes abrir el Explorador de archivos (Windows + E).
2. Haz clic derecho sobre la unidad de disco y selecciona la opción Propiedades.
3. Ahora ve a la pestaña Herramientas y haz clic en el botón Optimizar.
Como vemos en la imagen anterior, en mi caso no hay necesidad de desfragmentar el disco.
De todos modos puedes elegir, analizar u optimizar la unidad.
6. Migrar tu sistema a un disco SSD
Esta es la última recomendación, pero de seguro puede ser la más importante. Si de verdad deseas que Windows 10 siempre arranque rápido, entonces debes migrar a un disco SSD.
He dejado esta recomendación para el final porque no es un simple cambio en la configuración del sistema. Aunque pueden ser costosos, los discos de estado sólido (SSD) ofrecen un desempeño muy superior a los discos convencionales.
La mejora en términos de velocidad de lectura y de escritura puede ser muy apreciable. Si inviertes en uno, podrás apreciar una diferencia significativa en el rendimiento general de tu sistema.